domingo, 29 de septiembre de 2013

Jay Gatsby se rodea de amigos de cine

8.9.13
 
La novela de Fitzgerald vuelve a ser un superventas. La película interpretada por Leonardo DiCaprio inunda las librerías de nuevas traducciones y ediciones ilustradas.
 

El gran Gatsby inunda las librerías. Al calor de la película dirigida por Baz Luhrmann e interpretada por Leonardo DiCaprio, son muchas las editoriales que han sacado nuevas traducciones de la novela de Francis Scott Fitzgerald o las que han rescatado de su catálogo a este clásico de la literatura estadounidense. El interés por las andanzas de Jay Gatsby, Daisy Buchanan y Nick Carraway se traduce en algunos casos en ediciones ilustradas que retratan esos años de despilfarro, alcohol, bellas sirenas y jazz. Ahora, como en los años 20, se vuelve a hablar de generación perdida, un acicate más para adentrarse en esta historia de amor. La novela vio la luz en 1925, aunque no logró el éxito de los relatos breves con los que se ganaba la vida el escritor, ni la resonancia que cosechó su primera novela, A este lado del paraíso. Pese a la acogida escéptica del público, críticos como T. S. Elliot y Edmund Wilson pronto vieron que la novela era uno de los mejores relatos del siglo XX. Para el editor Jesús Egido, de Reino de Cordelia, El gran Gastby ha resistido los embates del tiempo, por cuanto constituye todo una metáfora de la desesperación y una atinada estampa de los tiempos anteriores a la Gran Depresión de 1929. Sobre la mesa de novedades de las librerías concurren dos nuevas traducciones, la de Justo Navarro, que publicó el año pasado Anagrama, y la de Susana Carral, que lanza Reino de Cordelia. Se trata de dos versiones sin tacha, que se suman a la casi canónica que hizo José Luis López Muñoz para Alfaguara.
 
El gran Gastby es un texto que recrea la épica de la derrota. Tiene algo de elogio de la autodestrucción, gracias a unos personajes que comparten con Fitzgerald la acumulación de contradicciones. Esta obra maestra indiscutible es todo un clásico, una novela que admite múltiples lecturas y a la que el lector puede volver una y otra vez. Para muchos críticos es la novela perfecta. Las fiestas disparatadas de Jay Gastby, su amor imposible por Daisy, ese mundo ostentoso y despilfarrador enganchan al lector más incrédulo.
 
La editorial Sexto Piso ha encargado ex profeso al artista neoyorquino Jonny Ruzzo que creara unas ilustraciones para El gran Gastby. Sus dibujos reproducen a la perfección el espíritu de la novela, convertida en el mayor símbolo de la llamada ‘jazz age’.
 
 
Perfeccionista y elegante
 
De entre las muchas traducciones destaca la que realizó Ramón Buenaventura para Alianza. El escritor y traductor ha puesto todo su empeño para que el inglés de Fitzgerald no se empobrezca en su versión en castellano. Y es que el lenguaje del estadounidense, perfeccionista y elegante, fuerza las fronteras de la gramática. A la moda de plasmar en ilustraciones el clásico de Fitzgerald se suma la editorial Nórdica, que ha encargado a Ignasi Blanch la empresa de pintar a Jay, Daisy y Nick. Blanch no es un advenedizo. Premio Llibreter de Álbum ilustrado en la edición de 2008, es autor de las estampas que dan réplica al texto de ‘Alicia en el país de maravillas’. La traducción de Nórdica está firmada por José Manuel Álvarez. Los paralelismos entre Francis Scott Fitzgerald y su personaje saltan a la vista. A los veinticinco años Fitzgerald ya era un escritor de éxito. Sin embargo, el novelista se dejó triturar por la euforia del tiempo que le tocó vivir, por su mundo y sus ensoñaciones.
 
El prosista acabó sus días sin blanca y alcoholizado. En 1940 murió, aunque su acta de defunción literaria ya la habían firmado otros mucho antes. A rebufo de la película, están surgiendo títulos que desvelan aspectos inéditos de la agitada vida de Scott Fitzgerald. Uno de los más sugerentes es Mi ciudad perdida (Zut Ediciones), que agrupa ensayos autobiográficos, algunos de los cuales el escritor se vio obligado redactar de forma simultánea a la novela para aminorar los perjuicios de ser un manirroto incorregible. Scott Fitzgerald recibió 3.939 dólares del sello Scribner como adelanto y 8.397 en derechos de autor por El gran Gastby. Es una paradoja del destino que un autor que tenía los bolsillos vacíos por su vertiginoso tren de vida contemple ahora desde la tumba cómo su obra se ha convertido en un ‘best seller’ en todo el mundo. Solo contratar a Leonardo DiCaprio para dar vida a un millonario fascinante debe de haber costado un dineral.

FUENTE:
http://www.diariodeleon.es/noticias/filandon/jay-gatsby-se-rodea-de-amigos-de-cine_825658.HTML

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