sábado, 22 de diciembre de 2012

La música de la traducción al ruso



21.12.12

En Moscú volvió a escucharse “Música de la traducción”. Tal es el nombre de un concurso de traducción artística “de cualquier idioma al ruso”. Esta fue su cuarta edición.



“Música de la traducción” es, estrictamente hablando, no tanto un concurso como la historia de una relación por intereses a través de la telaraña mundial, lo que no menoscaba en absoluto, sino que incluso da altura a la idea de la competición. Todo comenzó hace tres años, cuando en la Oficina de traducciones de Moscú iTrex inventaron un pasatiempo para traductores profesionales de literatura técnica y de economía, para aquellos que, desde los años estudiantiles soñaban con traducir literatura de ficción, pero que la vida dispuso para ellos otro destino. Sobre esto conversó La Voz de Rusia con el director general de esa oficina, Veniamin Bakalinski:

—Este concurso surgió, en un comienzo, como un juego pero, inesperadamente, llegaron innumerables personas de distintas ramas y esferas de la vida que, el año pasado se oficializó como todo un proyecto social y cultural internacional. Quien desee puede enviar la traducción, por ejemplo, de un texto de prosa menor o de una poesía del idioma que sea al ruso. La única exigencia es, en esencia, que la nueva traducción sea inédita.

El concurso convocó este año a participantes de veintiséis países, entre ellos de Europa, Canadá, EEUU, de China, de Corea del Sur, de Japón y de Perú: un total de más de mil quinientos concursantes. Sus traducciones se distribuyeron en tres categorías principales y, en un sinnúmero de adicionales. Prosa, Poesía y Publicista son las principales. Y tales como Alrededor del mundo, Humor, o Psicología popular, son las adicionales. Hay incluso una categoría especial, denominada Melodía, para las traducciones de canciones extranjeras. Los participantes del concurso exhibieron sus trabajos en el sitio correspondiente, y a continuación entró a mediar el jurado. Entre ellos está, por ejemplo, Vladímir Bakanov, creador de una escuela de traducción.

—Estos trabajos recibieron trece mil quinientos comentarios de mucho contenido. No simplemente, el “estupendo-no es bueno”, sino con el análisis de los errores, con un diálogo con el traductor. Las personas evalúan tanto la traducción como el aspecto emocional, en fin, todo. En realidad, este es un factor de filtración que se organiza por sí mismo. Los trabajos débiles van bajando en la clasificación, los más fuertes, o posiblemente, incluso los no fuertes, pero que suscitan un comentario emocional, van subiendo. Este es un organismo vivo.

Entre las obras literarias en las que incursionan los concursantes hay también clásicos, incluso los ya asimilados por los traductores rusos, como Shakespeare y Dickens. No faltan los autores contemporáneos, poetas polacos, o escritores escandinavos, los que aún son poco traducidos al ruso. Y por ejemplo, un laureado de este concurso, Yuli Ratz, tiene estas preferencias:

—Yo traduzco del francés, piezas, novelas, cuentos; traduzco a los clásicos Maurois, Anouilh. A Covelarte, un escritor moderno francés y publicista. Tenemos una comunidad de personas entusiasmadas con esta pasión: la traducción.

Se planea que, con el tiempo, el concurso “Música de la traducción” derive en un proyecto editorial. Los organizadores notaron que, en los foros de Internet dedicados al debate de los trabajos de los concursantes, más de una vez han sido captados representantes de editoriales rusas…


FUENTE:
http://spanish.ruvr.ru/2012_12_21/musica-traduccion-concurso-moscu/

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