domingo, 5 de mayo de 2013

De libros va la cosa:
Entrevista a Mª Jesús Sánchez

 
Hoy, tenemos el grandísimo placer de contar en el blog con Mª Jesús Sánchez, traductora literaria de obras como Amanecer o  The Host (La Huésped).


1.-¿Qué es lo más difícil de traducir literatura?
Casi todo el mundo piensa que lo más difícil es tener un conocimiento profundo del idioma desde el que traduces, pero lo cierto es justo todo lo contrario, pues te juzgan por lo que has escrito y no por el texto de origen. Es más, no se considera un mérito el ceñirse de manera muy estricta al texto si eso supone que “suene” mal en el lenguaje en el que te expresas. Así que supongo que lo más difícil es tener un estilo fluido y elegante, capaz de trasladar no sólo las palabras del texto que traduces sino también el espíritu de ese texto y de su autor.

2.-¿Existe algún tipo de relación autor-traductor?
No suele ser frecuente en la traducción comercial, sí en la traducción de autor. En textos muy literarios puede haber cierto interés por parte del autor en que se respete su texto lo más posible de la sutil “violación” que experimenta al ser interpretado por un intermediario al pasar a otro idioma. Yo, personalmente, creo que es interesante, pero lo habitual es que los plazos y las prisas no lo faciliten.

3. ¿Crees que el nombre del traductor debe compartir portada con el del autor?
Hace tiempo solía ir donde actualmente va el copyright una expresión interesante antes del nombre del traductor, “es versión de”. No creo que se deba compartir portada, lo encuentro excesivo, pues aunque aporte cierta creatividad propia  al versionar el texto, al fin y al cabo, no lo ha creado. Su aportación es lingüística, no participa en la creación narrativa propiamente dicha. Eso sí, creo que deberíamos recibir más reconocimiento por nuestra labor, pero no hasta el extremo de compartir portada.

4. Ahora están de moda los libros electrónicos, ¿ha supuesto algún cambio importante en el campo de la traducción literaria?
No, pues de momento la única novedad que han traído los libros electrónicos es tomar el documento original y digitalizarlo sin aportar nada más. Así que todo sigue como estaba. No sabemos si producirá cambios en el futuro, pero en todo caso no será el traductor el más afectado por ellos.

5. ¿Es mejor estar como autónomo o estar contratado por una gran editorial? 
Que yo sepa no hay traductores literarios contratados por editoriales. El régimen habitual es el de contrato por obra, lo cual supone, efectivamente, que el traductor debe estar dado de alta como autónomo. Creo que el contrato sí suele ser frecuente en la traducción técnica pero desconozco si las empresas de traducción suelen ofrecer contratos de trabajo. Teniendo en cuenta lo inestable de la situación editorial y la externalización de la mayor parte de sus actividades dudo mucho que alguna vez exista la figura del traductor contratado por una editorial.

6. ¿El trabajo de traductor literario está bien remunerado para la cantidad de horas que hay que dedicarle?
Yo creo que no. Además hay un baile importante en cuanto a las tarifas que se pagan según las empresas. Hoy día te permite ser un mileurista cuyo único privilegio consiste en trabajar en casa y en pijama. En mi caso, ha sido un trabajo que he compartido con mi empleo principal y no he sufrido tanto la inseguridad y la angustia de muchos buenos traductores en la actualidad. Hoy día no hay una valoración positiva del trabajo del traductor literario lo cual me parece una pena pues permite acceder al lector medio no versado en idiomas a literaturas que de otro modo tendría vedadas. Creo que todos deberíamos trabajar por mejorar esta situación, en especial, las nuevas hornadas que tendrán que sufrir condiciones más duras de trabajo.

7. ¿Es necesaria alguna preparación en particular para dedicarte a la traducción literaria?
La única preparación imprescindible es escribir bien. Esto parece más fácil decirlo que hacerlo. Es necesario tener un buen estilo en tu idioma materno para poder expresarte con buen vocabulario, construcciones fluidas, corrección en la puntuación, etc. Así que yo recomendaría al que pretenda dedicarse a la traducción literaria que lea mucho y escriba más. Que cuide sus textos con mimo. Esto sin duda le ayudará de manera muy eficaz. Y por supuesto, armarse de paciencia y buenos diccionarios. A veces hay libros que tocan temas muy específicos, submarinismo, astronomía, espeleología, medicina, en fin, temas de lo más increíble y variado que generan muchas dudas que hay que saber resolver, lo cual no siempre es fácil a pesar del formidable auxiliar que es internet.

8. ¿Ves futuro a la traducción literaria?
Sí, ¿por qué no? Ahora, con la profunda crisis económica que estamos viviendo parece que nada tiene futuro, pero estoy convencida de que la traducción es necesaria. Quizás haya menos demanda en el futuro de aquellos idiomas más generalizados entre la población, como el inglés o francés, pero será siempre imprescindible en idiomas minoritarios que no están al alcance del lector medio.

9. ¿Hay algún campo de la literatura que sea más fácil de traducir que otro? 
Todos son difíciles hasta que entras en contacto con ellos. Todos los géneros tienen sus peculiaridades y necesidades, pero el traductor ha de ser un explorador intrépido y no dejarse intimidar por aquello que aún no ha experimentado. Tradicionalmente se ha considerado la poesía el campo más difícil para la traducción, pues hay un componente importante de lenguaje connotativo y trasladar metáforas u otras figuras literarias de un idioma a otro puede ser un gran quebradero de cabeza. Pero no importa, te calas la mochila bien llena de diccionarios de todo tipo, te buscas un asiento cómodo —uno de los elementos imprescindibles en la vida de un traductor—, y que comience la aventura.

10. ¿Se puede uno dedicar en exclusiva a la traducción literaria o es recomendable compaginarlo con alguna otra actividad?
Yo no lo recomendaría. Teniendo en cuenta las circunstancias actuales a lo mejor no queda otro remedio, pero es una profesión muy absorbente, agotadora, y creo que no ayuda el tener la atención dispersa en mil cosas. Generalmente, cuanto más te adentras en un texto, más necesitas de intimidad y contacto continuo con él y las distracciones dificultan el trabajo. Sin embargo, hablamos de condiciones ideales y en este río revuelto en el que navegamos en la actualidad, habrá que adaptarse a las necesidades de cada momento.


FUENTE:
http://traductorescompulsivos.blogspot.com/2013/04/de-libros-va-la-cosa-entrevista-m-jesus.HTML



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